El aceite térmico es un fluido altamente refinado y gran transmisor de calor. Se emplea en sistemas de calentamiento a partir de aceite térmico mineral, sintético o semisintético y se adapta a los requerimientos específicos de cada industria, tanto del sector alimenticio, petroquímico, de automoción, etc. En este artículo de Lubritec expondremos información detallada sobre las características de los aceites térmicos.
¿Qué son los aceites térmicos?
Los aceites térmicos, también conocidos como fluidos de transferencia térmica o fluidos caloportadores, son fluidos empleados para transportar calor desde un lugar concreto hasta otro, tras haber sido calentados previamente con cualquier mecanismo efectivo para ello, ya sea una resistencia, un quemador o cualquier otro método.
Los aceites térmicos tienen su procedencia en la destilación del petróleo y se obtienen a partir de bases minerales refinadas. Cuando estas bases sufren leves modificaciones que varían las cualidades de viscosidad y temperatura de trabajo o punto de congelación, se fabrican aceites térmicos minerales. Por el contrario, cuando las bases minerales quedan sometidas a transformaciones físico-químicas, se origina el aceite térmico sintético. Asimismo, también se encuentran aceites semisintéticos que son una mezcla de ambos tipos.
Características del aceite térmico
Los aceites térmicos son fluidos muy eficientes que presentan las siguientes propiedades:
- Estabilidad. Los aceites deben presentar estabilidad dentro de los parámetros indicados por cada fabricante. Su composición no puede verse alterada por efectos del calor o por los trabajos a los que se somete. Si no tiene una elevada estabilidad, se originan gases y restos insolubles que dañan el sistema.
- Resistencia a la oxidación. La oxidación se origina a mayor velocidad con la temperatura, generando un aumento de la viscosidad y menor eficacia en la transferencia térmica.
- Elevada conductividad térmica. Para mayor eficacia y una rápida transferencia de calor, el aceite térmico debe tener un alto coeficiente de transferencia.
- Intervalo de mantenimiento extendido. El aceite térmico proporciona una vida útil prolongada, siempre que se garantice el calentamiento eficiente del fluido, de modo que las temperaturas en los elementos calefactores no superen los límites de aplicación.
Aplicaciones de los aceites térmicos
El aceite térmico ha supuesto un gran avance tecnológico y tiene gran utilidad en diversos procesos.
- Equipos de transferencia de calor continúo de alta temperatura: procesos que requieren de elevadas temperaturas y con un funcionamiento de bajas presiones.
- Calentamiento y enfriado: funcionamientos en los que sea necesario calentar y enfriar en el mismo equipo, reemplazando los compuestos de agua y glicol.
El uso del aceite térmico ha llevado grandes ventajas proporcionando un plus de seguridad en todas las tareas específicas de la industria que requieran de un mecanismo de calentamiento eficaz.
- Mejorada protección del sistema: el aceite térmico no es corrosivo, resiste la oxidación y el espesamiento del aceite, proporcionando una vida útil prolongada, siempre que se asegure el calentamiento eficiente del fluido, reduciendo la formación de depósitos y manteniendo limpias las superficies internas de los intercambiantes de calor.
- Elevada eficiencia: proporciona una excelente fluidez y transferencia de calor.
- Ahorro económico: ahorro de combustible asociado al proceso de calentamiento por medio de aceite térmico.