Tanto personas como empresas pueden contribuir en la lucha contra el cambio climático a través de una serie de medidas que conlleven a la reducción de la huella de carbono, un concepto que ha ganado gran importancia en las últimas décadas. A continuación, te explicamos en detalle la importancia de reducir la huella de carbono en la industria.
¿Qué es la huella de carbono?
La huella de carbono es un indicador ambiental que representa el volumen total de emisiones de efecto invernadero que dejan las actividades humanas, por acción directa o indirecta de una persona, organización, evento o producto industrial. Este indicador se expresa en toneladas de dióxido de carbono (CO2).
Aunque el CO2 es el compuesto más abundante y el que más contribuye al calentamiento global, existen otros gases como el metano (CH4), el óxido de nitrógeno (NOx) y los clorofluorocarburos (CFC) que también contribuyen al efecto invernadero.
En la actualidad, prácticamente todas las actividades que realizan los humanos (desplazamiento, alimentación, fabricación…) y casi todos los bienes que consumen y emplean (refrigeradores, estufas, electrodomésticos, artículos de hogar…) implican un consumo de energía y, con ello, se contribuye a las emisiones a la atmósfera y, por consecuente, a participar en el calentamiento global del planeta.
Dependiendo de la actividad en la que pongamos foco, se pueden distinguir diferentes tipos de huella de carbono: huella de carbono personal, huella de carbono de producto, huella de carbono corporativa.
La huella de carbono personal es la origina una persona en sus hábitos cotidianos y tiene en cuenta las emisiones de GEI que se asocian a medios de transporte, el uso de energía en el hogar para calefacción y los hábitos alimenticios y de consumo de bienes.
La huella de carbono de producto es aquella que incluye las emisiones de GEI durante las etapas de obtención de materias primas, el proceso productivo, la generación de la energía necesaria, el transporte entre etapas, el uso por parte del cliente y su tratamiento como residuo que se reutiliza, recicla o desecha en un vertedero.
La huella de carbono corporativa incluye el inventario de emisiones de GEI asociado a las actividades de una empresa u organización. Se trata de acciones que se desarrollan durante la fabricación, el transporte o el consumo energético. Esta huella de carbono corporativa mide la eficiencia energética de las empresas y su alcance.
La importancia de calcular la huella de carbono
Conocer la huella de carbono personal u organizativa permite identificar las principales fuentes de emisión de gases de efecto invernadero y contribuir a su reducción. Calcular la huella de carbono se basa, por consiguiente, en la recopilación de los datos asociados al consumo de materiales y energía de una empresa y traducirlos en emisiones de CO2 equivalentes, con el objetivo de disponer de un inventario de emisiones completo y fiable. Se trata, principalmente, de una herramienta efectiva para la gestión ambiental y energética.
Una vez que se ha calculado la huella de carbono, se guarda un registro por medio de sistemas estandarizados. Los más empleados son GHG Protocol e ISO 14064-1. La medición se realiza multiplicando el dato de consumo por su factor de emisión en función del combustible usado, el tipo de energía o la actividad considerada.
¿Cómo reducir la huella de carbono en la industria?
Existen formas de incrementar la eficiencia operativa y disminuir la producción de carbono. Con ello, se hace un uso más eficiente de la energía y los recursos.
La implementación de la tecnología en la industria permite a las empresas llevar a cabo sus operaciones de una forma más inteligente y sostenible. La más extendida es la conocida como “Internet de las Cosas”.
Con el big data, el inmenso volumen de datos a disposición de la industria permite analizar el rendimiento de las máquinas y buscar formas específicas de optimizar sus operaciones.
El aprendizaje automático y la inteligencia artificial pueden contribuir a la recopilación y el procesamiento de grandes volúmenes de datos operativos, ajustando las recomendaciones en tiempo real y mejorando el rendimiento de equipos.
¿Cómo reducen la huella de carbono los lubricantes?
Los lubricantes de alta calidad pueden reducir la huella de carbono en aquellas áreas en las que resulta necesaria la utilización intensiva de maquinaria.
La maquinaria de alta eficiencia requiere unos lubricantes eficaces que proporcionen una alta estabilidad a la temperatura y la presión con el fin de garantizar el rendimiento en condiciones de prueba. De esta forma, se contribuye a una mayor eficiencia en el consumo de máquinas de elevada actividad.